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Vincent Treule. Responsable de estrategia de BNP Paribas Investment Partners

"Los problemas de solvencia no se arreglan con liquidez"

El experto advierte que el futuro de la banca dependerá de la deuda pública y el déficit

El responsable de BNP Paribas Investment Partners, Vincent Treulet, reconoce las dificultades que afrontan los gestores para tomar decisiones, en un momento en que no se puede esperar que la situación de mercado se normalice como sucedió en las crisis de los años ochenta o noventa. La actual es diferente, desmonta los esquemas anteriores y augura mercados volátiles, con la banca como protagonista. Treulet vincula el futuro del sector financiero a la solución a la deuda pública europea y al déficit, pese a la reciente avalancha de liquidez, que no resuelve el problema de fondo de solvencia. Y aunque no la sobrepondera, prefiere la Bolsa española a la italiana.

¿En qué momento se encuentra el mercado?

Es muy difícil hacer una comparación con lo que habíamos vivido en los años ochenta, noventa o en 2000, donde los ciclos tenían un perfil clásico: tras una recesión venía una situación de mejora económica con crecimiento. La razón de esta crisis ha sido una excesiva deuda en las economías industrializadas. Ahora entramos en una nueva situación, en un terreno desconocido, donde hay que reducir y estabilizar ese nivel de deuda. Los mercados estarán volátiles, se moverán entre el riesgo del deterioro económico y la esperanza de que la situación mejore. En el verano de 2011 hubo miedo a un deterioro económico y de la entrada en recesión en Estados Unidos; ahora hay esperanza sobre cierto crecimiento.

Y en relación a la situación que describe, ¿hay que estar dentro o fuera de Bolsa?

En el corto plazo, para los dos o tres próximos meses, sería conveniente incorporar algo de riesgo en las carteras porque hay varios factores que pueden ayudar a las Bolsas: las cifras económicas están siendo buenas en EE UU y la situación en la zona euro ya no es tan mala. Además, la política que está siguiendo el BCE ha ayudado a incrementar la liquidez y a mantener y mejorar los precios en muchas clases de activos. Por otra parte, hay una gran mayoría de inversores que permanece muy prudente y que podría ir incorporándose al mercado.

¿Se ha cerrado la herida con Grecia?

En el corto plazo, sí. La UE evita un default desordenado. Sin embargo, en el tiempo habrá que comprobar la capacidad del país de estabilizar sus finanzas públicas. No nos parece terminada esta crisis para Grecia, y quizás tengamos otros problemas en el futuro.

¿Y se puede abrir la herida en otros países periféricos?

Entendemos que no, porque hay una estabilización en el país más difícil de la zona euro y el BCE está inyectando liquidez; no hay razones para pensar que vamos a tener un deterioro en otros países. No obstante, los riesgos siguen estando ahí. Hay que ver nuevas iniciativas para cambiar la orientación de la zona euro y mecanismos que eviten la contaminación de la crisis de deuda de unos países a otros.

¿Qué le parece la última subasta que ha realizado el BCE?

Los mercados están mirando otras cosas. La sorpresa sería tener un problema de liquidez del sector bancario europeo. El BCE, indirectamente, está ayudando mucho a financiar, pero no se puede arreglar un problema de solvencia solamente con liquidez. No obstante, la actuación del BCE es una garantía para los próximos meses.

¿Por qué siguen siendo elevadas las primas de riesgo a pesar del apoyo del BCE?

La prima de riesgo no dice nada interesante en este momento, porque estamos ante un cambio de política económica, de reglas de juego, que justifica un nivel de spreads diferente. Hay países donde los mercados tienen miedo a un riesgo de solvencia y otros, como Alemania y Estados Unidos, donde la deuda pública sirve como activo refugio. Es una situación anormal, donde las primas de riesgo no están reflejando la realidad de una manera pura como en el pasado.

¿Qué tipo de estrategia de inversión sería la más acertada en este momento?

No se pueden aplicar ahora las costumbres de la generación pasada, sería una trampa para inversores pensar que la situación va a normalizarse como en los años ochenta o noventa. Pese a ello, hay principios que van a quedarse para siempre, como la diversificación. En este momento, se puede incorporar algo de riesgo; hay que tener coraje, porque los precios están muy bajos. También habría que tener deuda y Bolsa emergente, y puntualmente deuda privada y valores con alta rentabilidad por dividendo, siempre que los inversores puedan aceptar la volatilidad del mercado.

¿Ha ganado atractivo el sector financiero?

Las posiciones siguen siendo muy pesimistas. En el futuro, la situación del sector financiero va a depender de dos cosas. Primero, de la capacidad de los países europeos de estabilizar la deuda pública y de reducir los déficits, que no será fácil. Y el segundo problema, no solo para Europa, sino para todos los países industrializados, es reducir la dimensión del sector, que nos parece excesiva. Hay que hacerlo los próximos años y de forma progresiva, sin penalizar la situación económica.

¿Cómo se ve la Bolsa española desde fuera?

De manera general, la percepción no es tan mala y, en particular, es mejor que la de la Bolsa italiana. España tiene un nivel de competitividad suficiente para mantener su participación en el comercio internacional. Su economía se está beneficiando de una reducción muy rápida de su déficit de cuenta corriente y eso es un elemento de estabilización macroeconómica muy importante, y que la diferencia de países como Italia o Francia.

"Invertir con conexión a Latinoamérica"

El atractivo número uno, según señala Vincent Treulet, para invertir en este momento es hacerlo con "conexión al crecimiento de los países de América Latina". "Las compañías que se beneficiarían de esta exposición son en las que habría que invertir en el largo plazo, porque tenemos un optimismo fuerte sobre el potencial de estas economías emergentes", indica el gestor.En cuando al mercado de renta fija, Treulet considera que "como el riesgo de solvencia de España es limitado, se podría encontrar valor en la curva más alta de los tipos de interés". "Estamos algo más positivos con la Bolsa española, aunque no la tenemos en sobreponderar; digamos que se sitúa dentro de la media europea", explica el experto.Vincent Treulet señala, por otro lado, que el principal interés de los inversores y gestores en este momento se centra en las divisas y en los mercados emergentes. "Hay tantos problemas en Europa y es un proceso que se está alargando tanto que prefieren buscar otros activos en diferentes países", dice. "Creo que este tipo de preferencias va a durar un tiempo", concluye.

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