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A tres y seis meses

El Tesoro capta 2.500 millones en letras tras recibir peticiones por 13.600

El Tesoro Público ha emitido hoy 2.500 millones en letras a tres y seis meses a tipos medios del 1,285% y 1,845% respectivamente tras recibir peticiones por 13.654 millones. Capta así el máximo previsto y logra reducir el interés por sexta vez en una subasta.

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æpermil;xito en la primera prueba del Tesoro después de que el Banco de España certificara ayer el inicio de otra dura recesión con más paro. Los augurios del supervisor, que pronostica una caída del PIB del 1,5% este año y un leve crecimiento del 0,2% en 2013, apenas han mermado el apetito de los inversores por la deuda española. El Estado ha colocado hoy 2.500 millones en letras a tres y seis meses, logrando así el objetivo máximo establecido entre los 1.500 y los 2.500 millones de euros.

La demanda de la banca ha sido de nuevo decisiva en el resultado y si bien es cierto que en esta ocasión el Estado ha sido menos ambicioso que en la subasta de diciembre -entonces se propuso captar entre los 3.500 y los 4.500 millones- las solicitudes han superado con creces la oferta. El Tesoro ha recibido peticiones por 13.654 millones de euros, lo que ha dejado el ratio de cobertura en la emisión a tres meses en 4,32 veces, mientras que para la de seis meses ha sido aún superior al alcanzar 6,87 veces.

"La fuerte demanda en el corto plazo viene influenciada por la situación en Europa y las previsibles bajadas de tipos de interés. Viene fundamentalmente de los bancos comerciales que en vez de llevar el dinero a la facilidad de depósito al 0,25% compran deuda a tipos superiores. Las previsiones de crecimiento deberían haber influido pero la subasta a tres años del BCE es lo que ha movido el mercado", explica Javier Ferrer, director de deuda pública de Ahorro Corporación. "El resultado está distorsionado por la abundancia de liquidez en el sistema. La demanda en el primario viene de residentes para hacer carry trade", coincide Miguel Arregui, analista de AFI.

La inyección de liquidez que realizó el BCE a tres años el pasado mes de diciembre está probando ser clave a la hora de relajar los costes de financiación de los Estados y asegurar el éxito de las subastas. La autoridad monetaria concedió préstamos por 489.100 a la banca y esta abundancia de dinero, además de garantizar las necesidades de financiación del sector a largo plazo, ha conseguido incentivar al sector a destinar parte de los préstamos conseguidos al 1% a compras de deuda pública. Una operativa conocida como carry trade en inglés y que permite así dar impulso a la cuenta de resultados en un momento en el que el tradicional negocio bancario se encuentra en horas bajas.

El alto interés suscitado ha permitido así que el Tesoro reduzca los costes de emisión por sexta vez consecutiva. En concreto, la subasta se ha saldado con la emisión 1.400 millones de euros en letras a tres meses a un tipo medio del 1,285%, lo que supone una importante rebaja respecto al 1,73% que pagó de media en la anterior subasta de diciembre. El tipo marginal también se ha reducido al quedar en el 1,33% frente al 1,88% anterior. Un patrón que se ha repetido en la colocación a seis meses. El tipo medio ha caído al 1.845% desde el 2,43% anterior, mientras que el marginal ha quedado en el 1,9% frente al 2,53% de la anterior emisión.

Pese a la elevada demanda el Tesoro ha optado por ceñirse a los objetivos fijados pese a la elevada demanda. . "El Tesoro prefiere sacrificar importe para colocar a tipos más contenidos pero el resultado es bueno porque coloca a tipos inferiores a diciembre y en la parte alta del rango establecido", añade Arregui. "El Estado ha financiado ya el 74% de los vencimientos del primer trimestre y el 18% de todo el año. El Tesoro busca que sigan bajando los diferenciales y no quiere cargar la emisión de letras por los vencimientos que afronta en abril", añade Ferrer.

El Tesoro ha emitido ya 24.000 millones de euros en lo que va de año y es precisamente en abril cuando afronta los mayores vencimientos de deuda a corto plazo. Deberá renovar letras por 9.558 millones de euros.

La buena noticia es que el patrón de las últimas colocaciones persiste pese a las malas previsiones económicas y las alertas de las agencias de rating. Las medias extraordinarias anunciadas por el BCE y los planes de ajuste del Gobierno, además de las reformas estructurales en marcha, han contribuido a mantener la confianza de los inversores en la deuda pública española.

El pasado 19 de enero, el Tesoro adjudicó 6.609 millones de euros en bonos a cinco años y obligaciones a diez años, y aunque subió muy levemente el interés de la deuda a menor plazo, bajó notablemente la rentabilidad de la emisión a diez años. En el caso de la subasta del día 17 de enero, España redujo prácticamente a la mitad el interés de los 4.880 millones de euros que colocó en letras a doce y dieciocho meses, con lo que lograba sobreponerse a la rebaja de Standard & Poor's (S&P) a la deuda soberana española.

El Estado también ha logrado sortear sin grandes problemas los avisos del resto de agencias calificación. Fitch, la pasada semana advirtió de que podría rebajar la calificación de la deuda española antes de que acabe el mes, en tanto que Moody's previó una nueva recesión de la economía nacional.

La siguiente cita del Tesoro llegará el próximo 14 de febrero cuando celebrará una subasta de letras a doce y dieciocho meses. La gran incógnita será ver que ocurre a partir de febrero una vez pase la segunda subasta a tres años del BCE, prevista para el 29 de febrero. Los expertos no descartan más subastas extraordinarias si regresa la tensión y también hay esperanzas puestas en el reforzamiento del fondo de rescate.

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