La reinversión de beneficios, clave del éxito en plena crisis

Casbega, la embotelladora de Coca-CCasbega, la embotelladora de Coca-Cola para el centro de España, es pionera del sector en nuevas tecnologías industriales

El reto para la compañía es minimizar al máximo su impacto ecológicoLa fábrica de los sueños llega, una Navidad más, a todos los hogares españoles. El refresco por antonomasia, Coca-Cola, que consumirá el 20% de la población nacional, procederá de las instalaciones de Casbega en Madrid, donde se embotellan los diversos productos de la marca de bebidas para la zona centro del país. En estas fechas, el consumo de los refrescos se dispara, por lo que en la compañía comienza una de las campañas más activas de todo el año.

Las exigencias para el área industrial de la empresa en Navidad es máxima, ya que los productos deben estar lo más frescos posible y por tanto no pueden almacenarse durante mucho tiempo. "En los últimos años, la política de Coca-Cola es fabricar sus bebidas con ingredientes más naturales, por lo que se ha eliminado la mayor parte de los conservantes", explica José María Sánchez, director industrial y de logística de Casbega. Esto les impide almacenar productos durante más de nueve días, con lo que la exigencia para la cadena de producción es máxima. "Es imprescindible tener la capacidad para reaccionar en el tiempo a las necesidades del mercado", advierte Sánchez. Al mismo tiempo, la compañía comercializa un amplio lote de productos y presentaciones, que ascienden hasta los 360, de los cuales el 80% se fabrica en las instalaciones de Madrid. La empresa está obligada a desarrollar un sistema que la permita cambiar el refresco que se está produciendo con una gran velocidad. "Hemos conseguido rebajar el tiempo de cambio de la producción de una bebida a otra a dos horas", subraya Sánchez, lo cual dota de gran flexibilidad a la cadena de producción.

Para conseguir satisfacer las demandas de este sector, Casbega apuesta por la inversión continua en innovación para mejorar constantemente los procesos y automatizarlos en la medida de lo posible. "Al final, nuestro negocio ha de estar orientado a la demanda y, por tanto, es necesario tener la capacidad para cubrir las necesidades, tanto en fondo como en forma", afirma Ángel López de Ocáriz, gerente de relaciones externas y comunicación de la empresa.

En el último año, la inversión de Casbega en esta área ascendió a 13 millones de euros, lo que supone casi el 20% de los beneficios de la firma. Esta partida se dedica, en parte, a mejorar su huella ecológica. "Buscamos conseguir envases más sostenibles, que minimicen el impacto ambiental", explica el director industrial. La vocación de la compañía por la innovación le ha permitido ser pionera dentro de su sector, lo que le ha servido para conseguir el sello de calidad de Madrid Excelente. "Este certificado es una muestra de nuestro compromiso con la calidad y un aval para la empresa", explica López de Ocáriz. "Esta certificación aumenta el nivel de autoexigencia interno, lo que lleva a la compañía a mejorar cada año", afirma por su parte Sánchez.

Sin embargo, desde la dirección no olvidan que dentro de todo el proceso de fabricación, "el factor diferencial son las personas". Esta política se manifiesta en la apuesta por una política de flexibilidad interna, que elimina las barreras interdepartamentales para que los empleados tengan contacto permanente con los puestos de mando. La comunicación interna se convierte en fundamental para desarrollar sus proyectos de innovación. Para ello, forman grupos de trabajo multifuncionales, integrados por miembros de las distintas áreas. Además, los casi 1.000 empleados de Casbega están en un continuo proceso de formación para incrementar sus capacidades y habilidades.

La cifra

20% de los beneficios reinvierte la empresa anualmente para mejorar los procesos internos y la innovación.