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La dirección era "absorbente y autoritaria"

La auditoría sobre la SGAE achaca sus males a la acumulación de poder

La auditoría externa e independiente sobre la SGAE, elaborada por una comisión de investigación y que se presenta hoy, concluye que el problema de la entidad ha estado en que Teddy Bautista acumuló demasiado poder durante mucho tiempo, lo que dio lugar "a malas prácticas", según Ramón López, presidente de la comisión.

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) presenta esta mañana en su sede la auditoría externa e independiente elaborada por una comisión de investigación, promovida por la junta directiva de la entidad a través de su comisión rectora. El objetivo de este trabajo es esclarecer los hechos que condujeron a la intervención de la Audiencia Nacional en la entidad el 1 de julio pasado y a la dimisión, previa detención, de quien fuera presidente de su consejo de dirección durante 28 años, Teddy Bautista.

El exmagistrado del Tribunal Supremo Ramón López Vilas, presidente de la comisión de investigación, adelanta a CincoDías que el principal fallo de la SGAE ha radicado en que Bautista "ha acumulado demasiado poder durante mucho tiempo, que ha dado lugar a malas prácticas".

López Vilas señala que la personalidad de Bautista era "absorbente" y su mandato se caracterizó por ser "personalista, autoritario y exigente". Según el exmagistrado del Supremo, Bautista convirtió a la SGAE "en un ministerio de cultura". Pero al mismo tiempo, reconoce que esa personalidad sirvió para que la entidad creciera. En este sentido, recuerda que cuando llegó Bautista a la SGAE en 1983, la entidad recaudaba 30 millones de euros, mientras que, por el contrario, en 2007 consiguió que terminase el año con un récord absoluto de más de 300 millones. El año pasado, la entidad cerró con 250 millones de recaudación.

Refundación

López Vilas habla de la necesidad de "una refundación" de la entidad y el informe que se presenta hoy, de 140 páginas, da claves sobre el buen gobierno corporativo. "El documento realiza un diagnóstico de la situación y ofrece una serie de propuestas, por eso lo he llamado Código de buen gobierno para la refundación de la SGAE".

Una de las claves para esta nueva etapa, y que se contiene en el documento, es que los organismos colegiados tengan más poder a la hora de tomar decisiones dentro de la SGAE y que estas no dependan exclusivamente del presidente. "Es necesario que algunos procedimientos se regulen más", señala López Vilas.

A su juicio, los dos principales problemas de la SGAE se centran en el proyecto Teseo, referente al procedimiento informático y con un coste de 27 millones, y en la red de teatros Arteria, tanto de España como del extranjero, que ha supuesto una inversión de 250 millones y que se hizo "con un poco de alegría".

Desde que estalló el escándalo en la SGAE el pasado verano, y que culminó con la detención de varios de sus dirigentes, incluido el propio Bautista, la entidad ha dado una serie de pasos para transformarse de arriba abajo. Todo ello con la mirada puesta en el próximo mes de enero, cuando se celebrarán elecciones para elegir a un nuevo equipo directivo.

La intención es democratizar la entidad, para lo cual, en los comicios, habrá listas abiertas, se ampliará el número de socios con derecho a voto y se garantizará el proceso electoral. La futura junta directiva estará compuesta por 39 miembros y el presidente solo podrá estar ocho años como máximo, es decir, dos mandatos de cuatro años cada uno.

Igualmente, desaparecerá en esta nueva etapa la figura del presidente del consejo de dirección, que ocupaba el propio Teddy Bautista, y que será asumida por el presidente electo de la junta directiva elegida.

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