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Elecciones 2011 - Retos

10. Ganar cuota en el mercado mundial

El sector exterior se erige como revulsivo ante la parálisis interna.

Siete de cada diez euros que venden las empresas al exterior lo hacen a países de la Unión Europea. Un porcentaje que se ha mantenido en la última década y que ha servido de colchón para las empresas españolas ante la aparición de crisis en otras zonas del mundo, como EE UU o el sureste asiático. Ahora el esquema es radicalmente distinto.

La crisis de la deuda soberana ya afecta a 13 de los 17 países de la zona euro y ha dejado muy tocados a los tres grandes socios comerciales (Francia, Italia y Portugal), que engloban un 33% de las exportaciones. Los tres casos son diferentes, pero conducen a un mismo lugar: menos gasto, menos inversión y menor necesidad de recurrir a las importaciones.

Portugal está intervenida por la UE y la receta de austeridad impuesta provocará, según los analistas, que este país se mantenga en recesión al menos otros dos años. Italia ha aprobado sucesivos planes de ajuste para tratar de ajustar una economía que tiene una deuda pública del 120% del PIB y que deberá afrontar el año que viene vencimientos de deuda por valor de 300.000 millones de euros. Francia está sufriendo, aunque con menor intensidad, el ataque de los mercados a su deuda y eso ha provocado que haya tenido que presentar en apenas dos meses dos planes de ajuste para ahorrar 20.000 millones.

En ese contexto, las empresas españolas tienen la obligación de ampliar sus contactos en el exterior para tratar de buscar nuevos mercados en aquellas zonas del mundo que vayan a crecer el próximo año y que no estén castigadas por la deuda. Y eso lleva a los países emergentes, donde la posición de España aún es muy minoritaria frente a otros países desarrollados. Los últimos datos de comercio exterior así lo avalan. En los ochos primeros meses de 2010, el 66% de las exportaciones se han dirigido a la UE y apenas un 15% se ha orientado a los países emergentes. El que más cuota tiene es Turquía, con un 2,1% de las ventas, seguido por China (1,5%), México (1,4%) o Brasil (1,3%).

Unas cifras muy bajas que pueden lastrar el crecimiento del sector exterior, a la vista de los profundos cambios que aventuran los analistas en la clasificación mundial de los exportadores. En 2010, solo dos países emergentes (China y Corea) figuran entre los diez más importantes en el ranking de comercio mundial. Citi augura que veinte años después está clasificación habrá cambiado de forma dramática, ya que entre esos diez países solo habrá cuatro desarrollados (Estados Unidos, Japón, Alemania y Reino Unido) y el resto serán emergentes. Los tres primeros puestos del podio lo ocuparán China, Estados Unidos e India.

Desventaja en India

Un buen ejemplo del retraso que tienen las empresas españolas con respecto a otras europeas es India. Un país con unas posibilidades de crecimiento muy elevadas (el PIB seguirá creciendo a tasas de dos dígitos) y con una clase media con un elevado poder adquisitivo que supera los 250 millones de personas. Las exportaciones apenas suponen el 0,6% del total y eso representa una posición de debilidad frente a otros países, como Reino Unido o Alemania, con presencia desde hace décadas. Anticipándose a esos cambios en el orden económico mundial y para tratar de impulsar la apuesta por los emergentes, el Ejecutivo puso en marcha en 2008 los Planes Integrales de Desarrollo de Mercado (PIDM). En la actualidad hay doce planes, destinados a Brasil, China, Rusia, México, EE UU, India, Argelia, Marruecos, Japón, Turquía, Corea del Sur y el Golfo Pérsico.

Entre ellos destaca la apuesta de España por el mercado chino, al que precisamente acudió la semana pasada el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, para ampliar lazos comerciales. Las ventas a ese país han crecido un 63% en los últimos cinco años, pese a lo que solo suponen un 1,5% del total de exportaciones españolas.

En la comparación con otros países tampoco sale muy bien parada España, ya que figura en el puesto 23 dentro de los principales suministradores mundiales a China, con 18.712 millones de euros y una cuota mundial del 1,2%. Muy por delante de ella figuran Italia (2%), Reino Unido (2,5%), Holanda (3,2%) o Alemania (4,3%).

Esos planes, sin embargo, se pueden ver truncados por los ajustes de gasto. El Icex ha sufrido un fuerte recorte presupuestario, lo que sin duda ha recortado los fondos a disposición de las empresas para salir al exterior. Algunas de ellas han expresado sus temores a que pueda sufrir un nuevo recorte una vez que se transforme en empresa pública y pueda captar fondos a través de patrocinios.

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