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Debate con el PP esta fórmula para limpiar sus balances de activos tóxicos

La banca propone crear un 'banco malo' estatal con todos los activos de suelo

La banca y los partidos políticos, sobre todo el PP, llevan meses negociando la posibilidad de crear una especie de banco malo con el Estado en el que se aglutinase todo el suelo que ahora tiene el sector financiero. El objetivo es limpiar los balances de la banca de los activos más tóxicos: el suelo, que según los analistas vale "cero". Los inmuebles los venderían las propias entidades.

La idea de crear un banco malo con los activos inmobiliarios y el suelo de las entidades con la participación del FROB y el ICO ha quedado ya casi descartada, señalan varias fuentes financieras. El debate ahora es la constitución de una sociedad (sin el estatus jurídico de banco) en la que todos los bancos y cajas agrupasen en ella sus participaciones en suelo, "un activo que no solo es tóxico, sino directamente venenoso", señala un ejecutivo de una gran institución financiera.

Fuentes políticas reconocen que llevan tiempo estudiando la creación de esta sociedad en la que participarían la banca, que aportaría el suelo, y el Gobierno, que sería el encargado de gestionarla y de realizar las emisiones para financiar y dar salida en el mercado a estos activos.

Tanto fuentes bancarias como políticas aseguran que el Estado sería un buen gestor para dar salida a los miles de millones de euros que hay en los balances en suelo, pero no lo sería tanto como administrador de inmuebles. "Para vender pisos somos mejores nosotros, los bancos. Conocemos perfectamente la demanda ya que una de nuestras principales actividades, sino es la principal, es la concesión de hipotecas. Además, si los pisos están en nuestro balance, más presión ponemos para darles salida. No sucede lo mismo con el suelo. Quien conoce más el parque del suelo, las expectativas de su precio y su reclasificación es la Administración", reconoce un director general de una entidad.

Otras fuentes de un banco afirman que más tarde o temprano "la banca dará salida a su stock inmobiliario. Es cuestión de poder esperar y bajar precios, pero al final, en unos cuatro años la cartera de inmuebles dejará de ser un problema para la banca. No así el suelo. Nadie quiere suelo, y además, es ahí donde los inversores nos penalizan más porque es verdad que tenemos suelos que valen muy poco o nada ahora y se compraron a precios ahora impensables".

La propuesta de la banca es conocida y discutida no solo con el PP, partido que parece que ganará las elecciones según las encuestas, sino con el PSOE, que también es favorable, y con CiU.

La idea es que la sociedad agrupe el suelo de la banca, previos descuentos que haya realizado el sector a través de provisiones. El Estado emitiría deuda para financiar la sociedad, eso sí a tipos elevados, que serían adquiridos, por lógica por fondos de inversión. Sería una fórmula público/privada y se evitarían así "episodios de especulación urbanística, a la vez que se mejoraría la capacidad crediticia de las entidades al liberarlas de activos de difícil ejecución", ha señalado Pere Macias, de CiU.

Provisiones

La banca ha provisionado ya el 40% del valor del suelo que tiene en su cartera, pero parece que no es suficiente. Según Luis de Guindos, director del Centro del Sector Financiero de PwC e IE Business School, tendría que provisionar hasta el 70% del valor del suelo.

Décadas para digerir todo el stock

Los expertos prevén que en los próximos años se vendan alrededor de unas 220.000 a 240.000 viviendas al año, lo que significa que el mercado se ha reducido considerablemente. Nada que ver con las 700.000 viviendas que se construían anualmente hace cinco o seis años, pero se siguen vendiendo casas. Aseguran que en cuatro años podrá desaparecer este stock de viviendas, o 10 años en el caso de que descienda la demografía. Pero desprenderse del suelo es casi imposible si no colabora el Estado, que sí puede dar salida a este activo con la construcción de edificios o espacios públicos, coinciden varias fuentes. Aun así, creen que el Gobierno tardaría entre 15 a 20 años en colocar todo el suelo en manos de la banca. Lógico, si se tiene en cuenta que bancos y cajas acumulan más de 30.000 millones en suelo, y tan solo en 2010 se vendieron terrenos por 3.970,9 millones de euros, según datos del Ministerio de Fomento. Con la nula demanda existente en estos momentos, los expertos calculan que puede tardarse 45 años en colocar el stock de suelo.

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