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Dobla el interés exigido en la subasta de hoy

¿Aguantará Italia la presión del mercado?

Los inversores le han pedido hoy a Italia el doble de interés que en la última subasta. A cambio de colocar 5.000 millones de letras a un año, el Tesoro transalpino se ha visto obligado a pagar más de 6%. Un precio desorbitado. ¿Aguantará Italia la presión del mercado?

¿Por qué se han disparado los títulos italianos?

En apenas un mes, la rentabilidad de todos los bonos soberanos italianos se ha multiplicado por dos y hasta por tres en el efervescente mercado secundario. La decisión tomada ayer por la cámara de contrapartida europea LCH.Clearnet de exigir más garantías para operar con bonos transalpinos catapultó todos los índices hasta trazar una curva invertida (más sobrecoste de la deuda a corto que de largo plazo) Los títulos a un año alcanzaban el 8,3%, desde el 3,5% que marcaban el 10 de octubre. El papel a cinco años pasaba del 5% al 7,7%; y los bonos a diez años, tomados como referencia para determinar la prima de riesgo, subía del 5% hasta el récord de 7,4%.

La vuelta de tuerca de LCH.Clearnet, la misma que sufrió Grecia, Irlanda y Portugal antes del rescate, vino acompañada de la defunción política del primer ministro italiano. Tras semanas de rumores, Silvio Berlusconi anunció que dimitiría. Eso sí, después de sacar adelante el plan de ajuste que ha precipitado su caída. Aparte de los indicadores macro (crecimiento anémico, una deuda pública del 120% sobre el PIB y un déficit del 4,6%), la escasa credibilidad del Gobierno italiano ha sido otro de los ingredientes que han provocado la escalada de desconfianza en la deuda romana.

¿Entrará Italia en bancarrota?

Una rentabilidad tan alta de sus bonos soberanos no significa automáticamente una bancarrota en el corto o medio plazo. El interés medio que paga Italia por el global de su deuda es del 4,7% y con una madurez de siete años, un plazo relativamente alto. Los analistas se escudan en estos dos factores para suavizar algo el mensaje. "El coste de financiación es un problema, pero no es inminente. En caso de que se refinaciaran los vencimientos hasta el 2013 al 7%, el rendimiento medio quedaría en el 5,2%, todavía un nivel asumible", señala Paolo Mezzi, director de inversiones del multifamily office de Arcano. Incluso en el peor de los escenarios, Italia resistiría al menos un año más sin necesidad de ayuda externa, según un informe de UBS.

En todo caso, la barrera del 7% traspasada ayer por los bonos italianos a 10 años supone un nuevo aviso. Después de cruzar esta misma línea, Grecia, Irlanda y Portugal tardaron apenas semanas en solicitar el rescate. Además, Roma afrontará en 2012 vencimientos de deuda por valor de 300.000 millones de euros. Italia aun no es insolvente pero cada vez escinden más luces rojas. Barclays recuerda que, a diferencia de países muy endeudados como Japón o Reino Unido, Italia no tiene competencia en política monetaria

¿Podrá Italia seguir saliendo al mercado?

El foco se centraba durante este mes en un problema de demanda en el mercado secundario, los tenedores se afanan en deshacer sus posiciones en papel transapino. Pero hoy las ansias vendedoras se han extendido hoy al mercado primario. Italia ha tenido que ofrecer un desorbitado 6% de interés para lograr colocar el máximo previsto, casi el doble que la última vez (3,5%). Era previsible una subida, pero no de tal magnitud. El sobrecoste que sufre la deuda en el secundario suele ser un termómetro fiable para el primario. Los inversores seguirán marcando la pauta de cara a la siguiente cita clave. El 14 de noviembre el Tesoro romano saldrá de nuevo al mercado para ofrecer 9.000 millones de euros en bonos a cinco años.

Los analistas creen que no tendrán problemas en alcanzar el máximo de colocación, ya que los bancos italianos siempre acudirán a la llamada. Pero alertan de que los intereses pueden seguir subiendo.

¿Dónde puede estar la solución?

El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) es la gran esperanza. Los últimos acuerdos en el seno de la UE reforzarán la capacidad el fondo hasta el billón de euros. Pero de momento, es solo de 440.000 millones de euros. Y si no se cuentan las aportaciones de los países sin la tripe A (Italia y España) el monto se reduce a 255.000 millones. Además, el FEEF está teniendo problemas para apuntalar el apalancamiento acordado. La subasta prevista para la semana pasada se retrasó debido a las turbulencias del mercado. El gigantesco volumen de la deuda italiana (1,9 billones de euros) redobla el proverbio para la tercera economía italiana: To big to fail and to big to bail out (demasiado grande tanto para caer, como para ser rescatada).

La artillería del Banco Central Europeo es la única capaz de enderezar el rumbo en el corto plazo. Hoy mismo, su intervención en el mercado secundario (la legislación comunitaria le prohíbe actuar en las subastas) ha aliviado la prima de riesgo italiana en casi 40 puntos básicos. Pero el nuevo presidente de la entidad, el italiano Mario Draghi, ya anunció la semana pasada que estas medidas son provisionales y que el emisor no se convertirá en el prestamista de último recurso.

Desde UBS auguran que el BCE continuará comprando deuda italiana pero en cantidades mínimas. El objetivo es mantener a raya el rendimiento de los bonos soberanos, pero sin salvar del todo la situación, lo que seguirá presionando a los Gobiernos en problemas para que tomen más medidas de ajuste. Continuará la política del palo y la zanahoria

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