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Un gigante en peligro

La difícil supervivencia de la clásica Kodak

Solo una reconversión profunda puede salvarla del cierre o la venta.

Un reportaje realizado este lunes por la cadena televisiva estadounidense CNBC lanzaba una cuestión muy clara sobre el futuro de Eastman Kodak, la histórica compañía de cámaras fotográficas. "¿Sobrevivirá Kodak? Difícil respuesta".

Lo cierto es que la empresa ha tenido que vivir en los últimos tiempos con los rumores sobre su posible quiebra. Unas especulaciones que no cesan y que, por contra, van ganando fuerza. En estas circunstancias, Kodak vive su momento más difícil. Sus acciones cerraron el lunes con un precio de 1,13 dólares, cifra que le otorga una capitalización de 320 millones de dólares. En lo que va de año, sus títulos se han dejado ya casi un 78% de su valor.

Claro que si se mira la evolución histórica de la compañía, los precios actuales serían casi ridículos. Kodak era una empresa que, a lo largo de los años 90 del siglo pasado veía cómo sus acciones se movían entre los 80 y 90 dólares. Y tenía unos beneficios y dividendos estables.

Sin embargo, a final de la última década del siglo XX, empezó su declive en los mercados derivado de su pérdida de negocio como consecuencia, básicamente, de la introducción de las tecnologías digitales en la fotografía. Allí Kodak llegó tarde. Así, el 8 de abril de 2004, las acciones de la empresa salieron del Dow Jones, el principal índice de los grandes valores industriales estadounidenses, y del que había formado parte desde el 18 de julio de 1930, es decir, más de 74 años.

En este entorno, las cuentas de resultados no han dejado de deteriorarse. En el ejercicio 2010, el último cerrado, Kodak cerró con unos ingresos de 7.187 millones de dólares y unos números rojos de 687 millones. En el año 2000, cuando todavía el efecto de la digitalización del mundo de la fotografía aún era incipiente, la empresa registró unos ingresos de 13.994 millones y un beneficio de 1.407 millones.

La pregunta es qué le ha pasado a esta legendaria compañía, que vive bajo la dirección del español Antonio Pérez un colapso del que parece tiene difícil salir. Los analistas coinciden en que Kodak no supo coger a tiempo el tren de la fotografía y la copia digital, pese a que inventó la primera cámara digital en 1975. Sostienen que la compañía, con 131 años de historia, no ha sabido adaptarse a las nuevas condiciones de mercado, donde no solo le han golpeado fuerte rivales japoneses como Canon, Nikon o Sony, sino también actores que no provienen del mundo de la fotografía como HP, Apple o Samsung, porque hoy las fotos se toman desde cualquier dispositivo digital (smartphones, tabletas). "Es sorprendente ver cómo Kodak ha dejado de ser un nombre familiar en casi todos los hogares occidentales", ha señalado a Associates Press Robert Burley, profesor de fotografía en la Universidad Ryerson, en Toronto. Y, lo peor, como dice a CincoDías Iván González, director de Penteo, es que Kodak tiene "francamente difícil recuperar el terreno perdido, porque las decisiones clave las tenían que haber tomado hace 10 años y ya están muy lejos de sus rivales".

El empeño de Kodak por seguir apostando por las películas (muy lucrativas durante años) lo ha pagado caro. La compañía, que ha reducido su fuerza laboral global a 18.800 desde un máximo de 145.300 en 1988, sigue intentando salvarse de la quema, e insiste una y otra vez en que no se plantea echar el cierre. Pero, como apunta González, lo que dice una empresa en la situación de Kodak "puede no tener mucha validez de un día para otro". "Y el negocio que le generan las películas es un nicho interesante, pero no es suficiente ni justifica el tamaño de la compañía", insiste González.

Con este bagaje, las previsiones de los analistas no son nada buenas. De las últimas cinco casas de Bolsa en emitir recomendaciones sobre Kodak, cuatro mantienen su opinión de "vender": EVA Dimensions, Deutsche Bank, Cross Research y Citi. Y ninguna de ellas mantiene un precio objetivo de las acciones de Kodak superior a un dólar.

El lunes Kodak anunció la venta de su negocio de sensores de imágenes al grupo Platinum Equity. No dio cifras, si bien, la compañía dejó claro recientemente que tiene intención de captar nuevos fondos por 500 millones. Para el analista de Penteo, Kodak solo tiene dos salidas: "O identifican nuevas oportunidades de negocio en áreas donde aún son un actor relevante (como en las películas) y se centran en ellas o es adquirida por otro gigante para completar su portfolio y aprovechar innovación y sus patentes, que son muchas".

Cambio decisivo

Kodak requiere una "reconversión profunda" si quiere sobrevivir, opina Iván González, director de Penteo. Su reinvención puede parecer imposible, pero como recuerda este experto, otros grupos lo han logrado. Y pone el ejemplo de Apple, que dio un vuelco hace una década. "Con el iPod hizo algo que no tenía nada que ver con lo que hacía hasta entonces. Identificó una necesidad y se adelantó a su tiempo". Otros expertos citan a IBM, que vivió una grave crisis y apostó por los servicios, si bien es cierto que ni Apple ni IBM vivieron un deterioro tan terrible como el de Kodak.

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