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La reordenación del sector financiero

La banca presiona para que el Estado constituya un 'banco malo'

Varias entidades financieras han vuelto a plantear al Banco de España, al Gobierno y al PP la creación de un banco malo público en el que se incluyesen los activos inmobiliarios problemáticos del sector. El objetivo es sanear sus balances y que vuelva a fluir el crédito.

Imagen de la fachada del banco de España
Imagen de la fachada del banco de EspañaCinco Días

La creación de un banco malo por parte del Estado, en el que se incluyan todos o gran parte de los inmuebles, promociones y suelo que bancos y cajas tienen en sus balances, no es una idea nueva. Desde que se inició la crisis financiera hace cuatro años se ha barajado esta fórmula como una solución para separar de sus balances la actividad puramente financiera de sus activos inmobiliarios, tan perniciosos para su cuenta de resultados por su elevada morosidad tras el derrumbe del sector de la construcción.

Algunos países europeos, de hecho, han optado por esta vía para sanear sus bancos, aunque el resultado está aún por demostrar, ya que la banca europea está abocada a otra oleada de recapitalizaciones. En España la banca ya pidió crear un banco malo por parte del Estado hace unos dos años, pero el Gobierno, y sobre todo el Banco de España, rechazaron la idea.

Pero transcurridos casi tres años desde que se inició la crisis económica en el país, las entidades financieras han vuelto a desempolvar este proyecto, al no conseguir dar salida a los miles de inmuebles que tienen en sus balances, mientras que su negocio y cuenta de resultados se deteriora cada vez más.

Varias fuentes financieras han confirmado que un número importante de entidades bancarias han vuelto a impulsar esta petición al Banco de España en particular y al actual Gobierno y al PP en general. Hace casi dos años, las cajas de ahorros ya pidieron al ministro de Fomento, José Blanco, que pusiera en marcha la creación de una sociedad pública que aglutinara los inmuebles de la banca. El proyecto fue rechazado en aquel momento. Pese a ello, varios bancos y cajas, entre ellos Bankia (su presidente, Rodrigo Rato, es uno de los mayores defensores de esta fórmula), han vuelto a insistir ahora en esta idea, dado el desplome de los mercados bursátiles, del sector inmobiliario, la falta de liquidez y la caída del negocio bancario. Creen que las circunstancias han empeorado tanto que ahora la constitución del banco malo puede ser la solución más factible para el sector, y en consecuencia, para que vuelta a fluir el crédito. Aseguran, además, que esta vía sería más barata para el Estado que iniciar otra recapitalización pública, ya que el Gobierno podría recuperar los fondos invertidos en la compra de dichos inmuebles y suelo, e incluso obtener plusvalías en un futuro.

La solicitud no se ha hecho oficial, aunque las entidades han expuesto su proyecto a todos los que tienen capacidad de influir en su creación. Pese a ello, esperan realizar una petición oficial una vez se nombre al Gobierno que salga de las urnas el 20 de noviembre.

La creación de un banco malo se realizaría a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) e incluso del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Estas instituciones adquirirían los inmuebles, promociones y suelo de la banca a un precio determinado por debajo del de mercado, y el Estado se encargaría de vender estos activos, con lo que recuperaría poco a poco su inversión.

Los bancos y cajas lograrían así, según fuentes del sector, sanear sus balances, liberarían provisiones y lograrían mejorar su capitalización, a la vez que segregarían su actividad financiera de la inmobiliaria, con mucho más riesgo.

Una medida que tiene sobre la mesa el Partido Popular

La banca española tiene 70.000 millones de euros en inmuebles y 308.000 millones en créditos a promotores. Cifras nada despreciables en un momento en el que la venta de viviendas lleva tiempo paralizada y el negocio bancario no solo no logra remontar, sino que está en caída libre. La falta de liquidez, el desplome de los mercados y el inicio de una nueva recesión sin que haya finalizado la anterior, unido al aumento de la morosidad, parecen llamar a gritos a una nueva recapitalización (por más de 40.000 millones, según algunos cálculos) y reestructuración del sector financiero, explican todos los expertos y directivos de bancos y cajas consultados.El PP, grupo político que cuenta ahora con más opciones de ganar las elecciones del 20-N, conoce la situación de la banca y sus peticiones. A ello se une que una de sus principales pretensiones es que vuelva a fluir el crédito en España para que se reactive la economía. Es por esta razón por la que se quiere impulsar nuevas medidas para reestructurar el sistema financiero, y entre ellas, estudia, según fuentes financieras y políticas, la creación de un banco malo público. Y que, según las mismas fuentes, parece partidario a ponerlo en marcha.

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