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Culpa de su situación a los bancos y a una "injusta persecución"

Ruiz-Mateos trata de tranquilizar por carta a los inversores en pagarés

José María Ruiz-Mateos ha enviado cartas a inversores que compraron pagarés de Nueva Rumasa, para tranquilizarlos respecto al traspaso de la empresa al empresario Ángel de Cabo, en su día liquidador de los activos de Marsans.

José María Ruiz-Mateos, fundador del grupo Nueva Rumasa, ha enviado cartas a titulares de pagarés emitidos por el grupo en las que trata de tranquilizar sus ánimos tras la reciente anunciada venta del grupo al empresario Ángel de Cabo Sanz, especializado en liquidaciones y reestructuraciones a través del despacho valenciano Aszendia. El pasado 9 de septiembre se comunicó el traspaso de Nueva Rumasa a la firma Back in Business, de De Cabo Sanz, por el pasivo que supuestamente arrastra el grupo, 1.500 millones de euros. Las cartas, cuya autoría no ha podido ser confirmada por este diario con el gabinete de prensa de Ruiz-Mateos, están fechadas el día 13 de septiembre.

El patriarca de la familia Ruiz-Mateos asegura en su misiva, a la que ha accedido este diario, que el motivo de dicha venta "ha sido la situación concursal de las empresas del grupo" a la que la compañía se ha visto abocada por la situación de los mercados y "el cierre total del crédito por parte de las entidades financieras a nuestras empresas, así como a la continua e injusta persecución que hemos venido soportando, que ha provocado la pérdida de la administración de los negocios del grupo".

Además, subraya que la venta es "lo más conveniente para reactivar la producción y la actividad de las compañías y como consecuencia mantener los puestos de trabajo y garantizar el pago a acreedores e inversores". El despacho Aszendia es el mismo que se hizo cargo del grupo Marsans a mediados de 2010; aunque en un primer momento trató de dar la impresión de que su objetivo era reestructurar el grupo de viajes a las pocas semanas quedó claro que su propósito no era otro que la liquidación de la compañía de Díaz Ferrán.

El despacho Martínez-Echevarría, en representación de más de 60 inversores en pagarés de Nueva Rumasa (en la actualidad son más de 200), presentó querella contra José María Ruiz-Mateos y sus seis hijos varones ante la Audiencia Nacional el pasado mes de mayo, por presuntos delitos de estafa. En junio el juez Pablo Ruz de la Audiencia admitió a trámite la querella.

En sus cartas el empresario jerezano insiste en tratar de convencer a los titulares de pagarés de Nueva Rumasa de que se adhieran "a la cesión de los derechos económicos de la antigua Rumasa a todos aquellos que no lo hayan hecho, cuyo plazo finaliza a mediados de octubre". El fundador del grupo, con marcas como Clesa o Cacaolat, alimenta así la esperanza poco fundada de lograr, casi 30 años después, una indemnización multimillonaria por la expropiación de la antigua Rumasa. Ruiz-Mateos manifiesta "no obstante" su "compromiso moral y firme con todos los inversores, hasta hacer frente al reembolso de los pagarés".

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