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Las reservas para invierno se incrementan un 10% por la parálisis en el norte de África

El turismo en España consolida su auge y crece un 7% hasta agosto

El turismo en España sigue viento en popa. En agosto, la ocupación hotelera habría superado el 90%, según las primeras estimaciones que manejan los empresarios. De este modo, el número de viajeros habría crecido un 7% hasta agosto, lo que supondría una ganancia de 2,5 millones de turistas en los ocho primeros meses del año.

Turistas en la playa del Postiguet, en Alicante.
Turistas en la playa del Postiguet, en Alicante.EFE

El primer semestre del año ha marcado un hito muy importante para el turismo en España. Los grandes destinos recibieron 32,2 millones de visitantes, recuperando las cifras de los mejores años del turismo, e ingresaron casi 29.483 millones de euros, el máximo de la serie histórica. Este dato indica que no solo se ha producido un incremento muy fuerte en la llegada de viajeros (más de dos millones) si no que además los que vienen gastan más, en especial por el impulso adquirido por mercados emisores con mayor capacidad adquisitiva, como Rusia, Holanda, Países Nórdicos o EE UU.

Los primeros datos del mes de agosto corroboran esa tendencia y muestran cómo esas cifras incluso habrían mejorado. La ocupación hotelera habría superado el 90%, en especial en los destinos de sol y playa, lo que habría propiciado que se hayan recibido 39,6 millones de turistas en los ocho primeros meses del año, lo que supone un 7% más (2,5 millones más), según las estimaciones de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), a las que ha tenido acceso CincoDías.

En el incremento de agosto habría tenido un peso determinante, según Joan Molas, presidente de la Confederación, el tirón de los visitantes estadounidenses en los cruceros con salida y destino en Barcelona y la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid. Esos dos acontecimientos habrían servido para compensar el deterioro del turismo nacional, que habría bajado un 15% de media durante ese mes. Especialmente significativo habría sido el descenso en algunos destinos del Norte, como Galicia, Asturias o Cantabria, donde las caídas habrían llegado al 25% en algunas comunidades. En el caso de Galicia, el recorte está muy condicionado por la celebración del Año Xacobeo en 2010, en el que recibió un número récord de visitantes.

El Ejecutivo prevé que se llegará a 56 millones de viajeros a final de año

Molas prevé que el incremento registrado entre enero y agosto en los principales destinos turísticos se mantendrá hasta finales de año. Así, augura que las reservas para otoño e invierno habrían crecido un 10% (en especial en Canarias y Costa del Sol) y que esa cifra podría ser superior en las próximas semanas, a la espera de que se concreten las reservas de última hora que tradicionalmente realiza el viajero español. Si ese vaticinio se cumple, España recibiría 56 millones de turistas en 2011, acercándose a los niveles previos a la crisis y a lo pronosticado por el secretario general de Turismo, Joan Mesquida, que ayer previó un aumento del 6% para el conjunto del año.

Estas estimaciones de la patronal hotelera respecto a las temporadas de otoño e invierno se sostienen sobre dos factores: la atonía del turismo en Túnez y Egipto, lo que seguirá trayendo más viajeros a España (Molas aclara que los competidores, como Croacia, Turquía o Grecia también se están viendo beneficiados por ese fenómeno), y el repunte del turismo de negocios en algunos destinos. En concreto se refiere a la feria ITMA, vinculada al sector textil y de maquinaria, que se celebrará a finales de septiembre den Barcelona y que podría atraer hasta 100.000 visitantes. "Es una evento que requiere de un montaje previo y de un desmontaje posterior, como sucedió con las Jornadas Mundiales de la Juventud, que va a precisar un gran número de operarios durante al menos una semana", resalta.

Llegadas. Los países escandinavos escalan al cuarto puesto

Dinamarca, Noruega y Suecia se han convertido en un bálsamo perfecto para el sector turístico ante el menor dinamismo de los tres grandes mercados emisores (Reino Unido, Francia y Alemania). El empuje mostrado durante el pasado ejercicio se ha confirmado en la primera mitad de 2011, lo que les ha situado como el cuarto mercado más importante, con 2,3 millones de turistas, por encima de Italia (1,9) o de Holanda (1,6). La llegada de viajeros nórdicos ha crecido un 13,4% en los siete primeros meses del año y ya suponen el 7,2% del total. En cuanto al gasto han desembolsado 2.779 millones hasta julio (un 9,4% del total). Por estancia, el gasto se ha elevado a 1.203 euros, casi 300 euros más que la media.

Gasto. Mayor aportación de los visitantes de EE UU y Rusia

El gasto registrado por los turistas extranjeros entre enero y julio ha tocado máximos históricos al rozar los 30.000 millones de euros. En la consecución de ese registro ha jugado un papel fundamental el tirón de los mercados que más dinero gastan en sus estancias en España. Entre ellos destacan los viajeros estadounidenses, que gastan 133,8 euros al día, y los rusos, con 120,4 euros, frente a una media de 100 euros.Especialmente significativo ha sido el crecimiento experimentado por el mercado ruso. Entre enero y agosto, las llegadas han crecido un 50% en tasa interanual y aún puede incrementarse más ante el elevado ritmo de contratación de cara al invierno.

Coyuntura mundial. Los desplazamientos crecen un 5% hasta junio

La recuperación de la actividad turística no es exclusiva de España, si no que se ha trasladado al resto de grandes destinos en el mundo. Los últimos datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), correspondientes a los seis primeros meses del año, reflejan que el flujo de movimientos turísticos se ha elevado a 440 millones, lo que representa un incremento del 4,5% respecto al mismo periodo del anterior ejercicio. La OMT prevé que ese ritmo de crecimiento se mantendrá hasta final de año, aunque el secretario general de la OMT, Taleb Rifai, advirtió ayer que esa cifra puede ser revisada a la baja por la debilidad de las economías desarrolladas y el sobrecalentamiento de las emergentes.

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