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El Gobierno se prepara para legislar en solitario si no hay pacto social

CEOE fuerza a Rosell a renegociar la reforma de los convenios

Los empresarios decidieron ayer retar primero a su presidente, Juan Rosell, y después al Gobierno. La junta directiva de la patronal CEOE impidió a Rosell sacar adelante un borrador de la reforma de la negociación colectiva diseñada entre la cúpula de la organización patronal y los sindicatos. Es más, los empresarios opinan que si no hay acuerdo la próxima semana "no pasa nada". De ser así, el Gobierno ha dicho que legislará unilateralmente.

Joan Rosell
Joan RosellPablo Monge

Primer gran revés para el presidente de la CEOE, Juan Rosell. La junta directiva de la gran patronal impidió ayer que el líder empresarial firme un preacuerdo para reformar el sistema de negociación colectiva que han discutido y pactado sus propios técnicos con los sindicatos CC OO y UGT. Rosell intentó ayer en vano convencer a los miembros de la junta directiva de la patronal de que avalaran dicho texto, que fue considerado por la mayoría de este órgano ejecutivo como "demasiado light" o "un paripé", según fuentes patronales.

No obstante, el rechazo de este texto tampoco fue definitivo ya que mandataron a Rosell a que siga negociando hasta finales de la próxima semana, ya que el viernes, 3 de junio, es la fecha sugerida por el Gobierno para aprobar una reforma unilateral de los convenios en el caso de que no haya acuerdo entre la patronal y los sindicatos.

Con este mandato para seguir negociando, la mayoría empresarial exige a Rosell más concrección en los puntos clave de la reforma, que afectan fundamentalmente a las condiciones para aplicar el descuelgue salarial, el límite a la prórroga automática de los convenios (ultraactividad) y la modificación de la estructura de la negociación colectiva. Es decir, la práctica totalidad del contenido de las conversaciones que se han llevado a cabo.

Dicho esto y pese a que en el seno de la cita de ayer se repitieron las voces que rechazaban la firma del acuerdo, ya escuchadas en la última reunión del comité ejecutivo celebrado recientemente, hubo quien intentó que no se dañe la imagen de consenso interno en el seno de la patronal. Fue el caso del vicepresidente de CEOE y presidente del Consejo de Turismo, Joan Gaspart, quien insistió en que Rosell tiene "el apoyo de todos" para continuar con la negociación" y añadió que si alguien dice lo contrario "o no ha estado en la reunión o miente".

Sin embargo, sin poner en duda el apoyo para que Rosell siga negociando, otros asistentes a la reunión de ayer opinaron que se trata de una maniobra dilatoria ante un extendido rechazo a la reforma acordada por las cúpulas.

Por ello, pese a los esfuerzos de algunos dirigentes por negar la división patronal -"estamos más unidos que nunca", dijo Gaspart- lo único constatable es que las opiniones empresariales siguen muy divididas a la hora de respaldar el acuerdo.

Así, el directivo de Cepyme Antonio Primo consideró tras la junta que "no hay unanimidad", ya que hubo "seis o siete discursos contradictorios entre sí", ante lo que directamente recomendó no cerrar el acuerdo "con posturas tan separadas".

Otro de los directivos patronales más críticos con la negociación que está llevando a cabo Rosell fue el presidente de la patronal de las telecomunicaciones (Aetic) Jesús Banegas, quien no asistió a la reunión de ayer al considerar, en declaraciones a Europa Press, que iba a ser "una repetición" del pasado comité ejecutivo en el que se rechazó el texto negociado por la cúpula de CEOE.

Gaspart: "Si no hay acuerdo, no pasa nada"

La patronal ya no es aquella organización donde prácticamente todas las votaciones solían ser unánimes y a mano alzada; y donde nadie discrepaba en público de las decisiones de sus dirigentes.Juan Rosell pudo comprobarlo ayer una vez más al escuchar las distintas críticas al texto negociado por él y su equipo con los sindicatos para reformar los convenios. Así, es ya una evidencia que a la mayoría de los responsables empresariales no les gusta lo acordado hasta el momento. Y, además, aunque el mensaje oficial dado ayer es seguir negociando, el sentir general, según fuentes patronales, es que no va a haber acuerdo en los próximos días.El propio vicepresidente Joan Gaspart se ponía ayer la venda antes que la herida al asegurar que "si no hay acuerdo, no pasa nada". Pero sí pasará algo. Si el próximo 3 de junio no hay un pacto, el Gobierno aprobará un decreto con su reforma, algo que según una parte del empresariado "no ayudaría a nadie" y sería incluso "contraproducente". Pese a todo, siguiendo una máxima de toda negociación laboral, ninguna de las partes quiere ser quien se levante de la mesa y aparecer ante la opinión pública como el culpable de que no haya un acuerdo.Otras fuentes empresariales explican que el rechazo de ayer está motivado "porque los sindicatos siguen sin concretar sus posturas respecto a los puntos clave" y "eso sigue igual que en las últimas reuniones".Por su parte, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, insistía ayer por la tarde, tras la reunión de la junta directiva de CEOE, que las negociaciones están lo suficientemente avanzadas como para llegar a un acuerdo la semana próxima.

Las claves

Tres aspectos a negociar-Arbitraje. El Ministerio de Trabajo ha advertido que introducirá fórmulas de arbitraje para limitar la ultraactividad de los convenios si no hay acuerdo social.-Estructura. Trabajo quiere simplificar la tipología de convenios en detrimento de los provinciales y a favor de los de empresa.-Salarios. Sindicatos y empresarios no se ponen de acuerdo sobre fórmulas de ligar los salarios a la productividad empresarial.

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