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Política

Washington se prepara para aprobar la reforma sanitaria a partir del domingo

Tras más de un año de discusión, la aprobación de la reforma sanitaria podría llegar a partir del próximo domingo. El Partido Demócrata, que ha decidido sacar adelante este proyecto mediante un procedimiento que anula el voto negativo de la oposición republicana, estaba esperando que la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) hiciera público el coste de esta reforma, algo que ha ocurrido esta misma mañana en Washington. El coste de ampliar la cobertura sanitaria (privada) a más de 30 millones de personas (ahora sin ella) costará 940.000 millones de dólares (unos 687.000 millones de euros) en la primera década pero reducirá el déficit federal en 130.000 millones en este mismo periodo de tiempo.

Las cifras las filtró uno de los líderes demócratas en el Congreso, Steny Hoyer, que explicó que según la CBO, un órgano técnico no partidista, en la siguiente década los ahorros serían de 1,2 billones de dólares. Estos ahorros pueden ayudar a limitar las preocupaciones de los que consideran que la reforma es muy cara para las cuentas públicas sobre todo en estos momentos de crisis y profundos déficits.

La reforma ha sido objeto de un complicado juego de negociaciones ya no solo entre republicanos y demócratas sino también dentro de este último y fragmentado partido en el que conviven muchas sensibilidades políticas. De hecho, el presidente, Barack Obama, lleva ya semanas negociando directamente con algunos de los opuestos a la reforma para intentar que voten en un complicado procedimiento que permitirá la aprobación de esta pese a la oposición republicana. La Cámara de Representantes, donde hay mayoría demócrata, va a aprobar la propuesta legislativa a la que dio luz verde el Senado en diciembre, posiblemente el domingo por la mañana, y luego, ambas cámaras aprobarán rápidamente un texto conciliando todos los puntos aprobados.

Es un texto que ya ha sido negociado con la Casa Blanca. Barack Obama ha anunciado hoy la cancelación de su viaje a Indonesia, Australia y Guam para centrarse en la reforma de la sanidad que podría ser votada, si tiene los apoyos suficientes entre los demócratas, el domingo por la tarde. Esta gira que le habría llevado a un lugar donde Obama pasó parte de su infancia, ha sido pospuesto ya en un par de ocasiones para dar un último impulso a esta complicada ley. Se trata de la cuarta ocasión en la que el presidente de los EE UU retrasa este viaje por las negociaciones de la reforma, dado que ha tenido que convencer a los legisladores para que voten a favor.

El resultado será una reforma que se aplicará a partir de 2014 en su totalidad y que facilita que los estadounidenses puedan cumplir con el mandato legal de tener un seguro médico privado a falta de uno público pues en las negociaciones se acabó con la posibilidad de que el Estado compitiera con las empresas privadas a través de la llamada "opción pública". Federalmente se darán créditos fiscales para ayudar a contratar las pólizas y se expandirá el alcance del Medicaid (un programa de atención a las rentas más bajas financiado federalmente y por los estados locales). Para las aseguradoras, esto significa que tendrán 30 millones de clientes nuevos.

La reforma prohibirá que las aseguradoras nieguen la cobertura sanitaria a personas ya enfermas, algo hasta ahora frecuente, o que establezcan límites de costes en lo que cubren. Habrá un pool asegurador para que las personas que tengan alto riesgo.

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