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Aerolíneas

La crisis deja en tierra a ocho compañías de vuelos privados

La crisis que aprieta en el sector aéreo está haciendo estragos serios en las pequeñas empresas de aviación españolas. Mientras Iberia y Spanair anuncian planes para capear la crisis, al menos ocho compañías de vuelos privados y chárter han dejado de volar en los últimos meses. El principal motivo es el descenso de la demanda y el alto coste del mantenimiento.

Ocho compañías de vuelos privados quedan en tierra por la crisis
Ocho compañías de vuelos privados quedan en tierra por la crisisBloomberg

Los cuatro jinetes del Apocalipsis juntos, la tormenta perfecta, la peor crisis que ha afrontado la industria aérea¢, así definió el director general de la IATA (organismo que engloba a las grandes compañías del sector), Giovanni Bisignani, la situación del sector aéreo el pasado junio. En ese momento anunció que 24 compañías aéreas habían desaparecido en los seis primeros meses por no poder hacer frente a los altos precios del crudo, que entonces se situaba en 122 dólares por barril. Siete de ellas eran de bajo coste.

En España, el escenario de ¢tormenta perfecta¢ se ha cebado sobre todo con las pequeñas compañías aéreas que nacieron al calor del boom de las aerolíneas de precios bajos, señalan desde el sector. Varios directivos de aerolíneas han destacado en el último año la sobreoferta de compañías españolas. Según tiene documentado Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento, a 6 de agosto de 2008 había registradas 83 aerolíneas con licencia de explotación para transportar pasajeros. Más de 40 están especializadas en aviación ejecutiva, un segmento que en lo que llevamos de año ha sufrido un fuerte retroceso ­el aeródromo de Cuatro Vientos, especializado en este campo, bajó un 23,5% sus pasajeros­.

De esta lista de admitidos para operar en España se han caído en los últimos meses varias compañías y otras, que aún mantienen su licencia, han dejado de hacerlo en los últimos meses, en la mayoría de ocasiones por la difícil situación que el negocio aéreo atraviesa.

Entre las que ya no gozan de licencia están la catalana Girjet y la balear Air Class. La primera, conocida por transportar a la ONG francesa El Arca de Zoé al Chad en 2007, no realizó ningún movimiento en los aeropuertos españoles desde febrero, según datos de AENA. Su página web y su teléfono no existen por lo que es imposible contactar con la empresa perteneciente a la familia Comabella. Los teléfonos que la segunda anuncia en su página web,

Air Class, tampoco existen. Los costes crecientes del carburante ­que, a pesar de que en las últimas semanas ha bajado hasta cotizar incluso a 110 dólares por barril, llegó a un récord de 136 dólares en julio­, la caída de la demanda ­los aeropuertos españoles registraron una caída en el número de pasajeros del 3,7% en julio respecto al mismo mes del año anterior­ y la sobreoferta de compañías aéreas, agudizada en el caso español, han llevado a muchas otras compañía aéreas de vuelos no regulares a ver sus operaciones estancadas durante varios meses.

Es el caso de Alaire (sus últimos pasajeros registrados enAENA son de agosto de 2007), Air Executive (septiembre de 2007), Air Consul (a pesar de volar desde mayo no lleva a pasajeros), Jet for You (ahora opera para su matriz Wondair) y Avisur (que en 2008 sólo opero mayo y junio). Otra decena de empresas llevan varios meses sin operar por motivos que van del bajón de la demanda a las revisiones de mantenimiento.

Mientras tanto, en un escenario en que sobra la oferta ­en 2007 pasaron por los aeropuertos españolesmás de 1.000 compañías de pasajeros, cargo, servicios y aviones privados­, la IATA estima que entre este año y el pasado se van a poner cerca de 2.200 aviones en el mercado.

Al borde del precipicio

La industria aérea nacional soporta más problemas. Lagunair, creada en León y que realiza vuelos regionales, no ha renovado desde el 15 de julio el contrato de León, el principal aeródromo donde opera. Además, su comité de empresa pidió reunirse urgentemente con Fomento para aclarar su futura situación.

Por su parte, Aebal, subcontratada por Spanair para realizar alguno de sus vuelos, tiene un futuro poco claro ya que la aerolínea balear ha decidido prescindir de la colaboración de Aebal, como parte de su plan de viabilidad. La pequeña compañía, que también pertenece al grupo escandinavo SAS, ha negado que vaya a cerrar a pesar de que desde el comité de empresa confirman que se realizará ¢un cese de operaciones¢.

Pérdidas globales

Las pérdidas de las aerolíneas en el mercado español aún no están cuantificadas; sin embargo, la IATA prevé que la industria aérea pierda hasta 4.100 millones de euros este año si el crudo costase de media 122 dólares el resto de 2008, frente a los 5.600 millones de beneficios del año 2007.

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