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Al alza

El precio de los cereales toca las nubes

Con un aumento de precio cercano al 60% en 2007 y que casi se triplica para un periodo de tres años, el trigo se ha apuntado con fuerza al rally alcista que afecta a otras materias primas, ya sean agrícolas, energéticas o metálicas. El trigo marcó un máximo al cotizar a 281 euros la tonelada en el mercado de futuros de París el 5 de septiembre de este año frente a las 137 euros de sólo nueve meses antes. Pero no es la única commodity de su categoría con la cotización disparada: el maíz y la soja ­con subidas del 33,41% y el 45%, respectivamente, en 2007­ están inmersas en una espiral similar.

Es posible, como apuntan algunos economistas, que los cereales partan deprecios históricos más bajos que el petróleo,el oro o el níquel, pero el hecho es que esos aumentos,con su efecto dominó,preocupan a las autoridades económicas por su impacto en la inflación y, por tanto, en las políticas de tipos de interés. Se trata, además,de un mercado que se negocia en varias monedas y no está dolarizado como el del crudo, por lo que la caída de la moneda estadounidense no palía en todos los casos las subidas de cotizaciones. Varias son las causas que señalan los técnicos para explicar esta globalizada trayectoria. Desde BNP Paribas se indica que existen unos factores que presionan la demanda mientras que otros los hacen sobre la oferta, pero que ambos empujan los precios en la misma dirección, hacia arriba.

Los expertos del banco francés concluyen que el suministro de variasmaterias primas agrícolas se enfrenta en la actualidad a limitaciones, como se pone demanifiesto en los stocks mundiales, que se encuentran en los niveles más bajos de las dos últimas décadas,en parte debido a las malas cosechas. Sin embargo, subrayan que las circunstancias que más pesan en los precios precios son el crecimiento de la demanda por la expansión de las economías y el consumo de los países emergentes, especialmente de China e India. Otro elemento de presión es el uso de productos agrícolas, como la soja, para la elaboración de biocombustibles.

En esa línea se pronuncia Gregorio Izquierdo, del Instituto de Estudios Económicos (IEE). Indica que los cambios de hábitos de los ciudadanos de esos dos gigantes asiáticos son algunas de las causas que están detrás de las turbulencias de los mercados agrícolas. Modificaciones que son debidas a la mejora del nivel de renta y que se reflejan en el consuno de más carne, lo que conlleva un aumento sustancial de la demanda de piensos. Por el contrario,Gregorio Izquierdo añade que el rally aún no se puede achacar a la fabricación de carburantes, ya que el desvío del cereales a ese fin sólo afecta al 2% o 3% de la producción mundial.

Para Francisco Blanch, jefe global de materias primas de Merrill Lynch, los principales factores que están impulsando las cotizaciones son estructurales y destaca que el efecto por el biodiésel está en una fase de crecimiento y más con el barril de petróleo se acerca a los 90 dólares. Nombra otros problemas que no parece que vayan a resolverse a medio plazo, como es el cambio climático y la escasez de agua, que reducirán las cosechas en algunos años hasta en un 10%. Blanch cita datos que explican cómo el aumento del consumo de carne, muy relevante en China, dispara la demanda de cereales.Para conseguir un kilo de pollo son necesarios dos kilos de grano mientras que para un kilo de ternera se precisan ocho kilos.

Objetivo de §hedge funds§

José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney,agrega otras motivaciones. ¢La evolución de las materias primas agrícolas no se debe únicamente a que el consumo aumente o que se estén utilizando para hacer biodiésel, en el comportamiento de las commodities hay un importante componente especulativo¢, manifiesta.

Añade que son, y de forma creciente, un activo en el punto de mira de los fondos de inversión, especialmente los hedge funds, de los fondos de pensiones y de otras entidades de inversión.De hecho, la mayor firma de hedge funds, el grupo Man, publicó un informe esta semana en el que se destacaba el creciente atractivo de las materias primas.

¿Pero se trata de una tormenta pasajera o habrá que convivir con precios altos a largo plazo? Los expertos de BNP,al igual que el gestor de Merrill Lynch,creen que la demanda que aúpa esas commodities tenderá amantenerse en una senda de crecimiento por el tirón de Brasil, Rusia, India y China.

La entidad financiera destaca igualmente que la creciente ¢urbanización¢ del mundo se está traduciendo en el abandono de campos de cultivo. En esta línea, la entidad científica Commonwealth Research estima que en el año 2025, entre 600 y 986 millones de personas vivirán en países en los que prácticamente no existirá tierra de cultivo. Y la ONU ha calculado que la demanda de productos agrícolas será un 60% superior a la actual en 2030. Ambas tendencias refuerzan la idea de que la subida no es coyuntural y puede prolongarse en el tiempo.

En las proyecciones realizadas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos hasta 2016 se destaca igualmente que el consumo y los precios seguirán el camino emprendido.Haymás. Añaden que la producción de biocarburantes experimentará significativos incrementos, especialmente en la Unión Europea, Brasil y Canadá.

Para Nicole Vettius, gestor de JPMorgan, el clima esta influyendo en la actual coyuntura de cotizaciones. No obstante añade que hay un factor adicional que parece más estable que es el calentamiento global del planeta. ¢Es probable, por tanto, que los incrementos de precios de este años sean un indicativo de lo que está por venir¢, añade,

Con este panorama sobre la mesa, el jefe del departamento de estudios del IEE pone de relieve que otro causante de esta distorsión es la Política Agraria Común de la UE, que ha promovido el recorte de la producción de los países miembros. Como consecuencia se ha reducido la oferta, cuando la demanda mundial está en crecimiento, mientras que el área comunitaria se ha hecho más dependiente del exterior.

En este sentido, la Unión Europea ha eliminado aranceles por la entrada de cereales y ha levantado la obligación e mantener en barbecho el 10% de las tierras agrícolas. Se pretende, así, que el aumento de la oferta palie la subida de los productos agrícolas.

¿Y cuáles serán los efectos de estas trayectorias en el consumidor? Algunos ya se han dejado ver en España. La inflación interanual se situó en septiembre en el 2,7%, repunte debido no sólo a la subida de la cotización del barril del petróleo. Los alimentos han pasado ya factura, con el incremento de precios del pan, los huevos, el pollo y la leche. Un impacto que seguirá previsiblemente en los próximos meses y que llevará el IPC anual al 3%.

Para Gregorio Izquierdo, del IEE, el encarecimiento de los costes será más intenso para la ganadería. Cree que,aunque en parte se reduzcanmárgenes, se trasladarán al consumidor con el consiguienteefecto en inflación.

En este escenario ha surgido una batalla entre agricultores y ganaderos. Casos hay varios, pero un producto que no sólo resiste la inflación sino que baja es el cerdo, cuyo sector asegura que está sufriendo la peor crisis de los últimos 20 años. La subida exponencial del cereal ha elevado el coste de los piensos pero los ganaderos son incapaces de trasladar ese aumento al precio del animal. El precio del lechón está a 12 euros la unidad, cuando el año pasado y el anterior superaba los 30 euros. Ricard Parés, presidente de Porcat,asociación catalana de productos porcinos, explica que los mataderos y la distribución tienen más capacidad para negociar los precios. A diferencia de algunos productos agrícolas que se pueden almacenar a la espera que suba la cotización, el animal debe ir al matadero en el momento justo y ello impide la especulación.

Ebro, Abengoa y Campofrío sopesan el impacto

La subida de los precios agrícolas está afectando a las empresas cotizadas de alimentación y las que producen bioetanol ­que se fabrica con cereales y oleaginosas­, como son Campofrío, Ebro Puleva y Abengoa. El pasado mes estas dos últimas compañías anunciaron la paralización de la producción de bioetanol en su planta de Babilafuente, en Salamanca. Justificaron el cierre por ¢el fuerte incremento en el precio internacional de los cereales provocado por un aumento mundial de la demanda para uso alimentario¢. Además, Ebro Puleva se ha visto perjudicada por el incremento de materias primas como la leche y el arroz y ha anunciado esta semana que deberá modificar sus contratos. La compañía ha perdido un 26,5% en Bolsa desde el primero de enero. Sin embargo, los expertos opinan que el castigo que está sufriendo en el mercado bursátil es excesivo y la mayoría recomienda ¢comprar¢.Ebro cerró el viernes a 14,91 euros y el precio objetivo medio de las casas de análisis es de 18,36 euros. Abengoa, por su parte, ha crecido en lo que va de año un 4,8%. Otra empresa que puede verse implicada por esta trayectoria es Campofrío, líder en España en la venta de embutidos. Sin embargo, desde la compañía aseguran que la subida del cereal no les inquieta pues el precio del cerdo, su principal materia prima, ha caído a plomo en los últimos meses. Otras fuentes señalan que sí se pueden ver obligados a repercutir las subidas de las materias primas en los precios al consumidor. La otra opción sería reducir los márgenes. Con todo, el valor ha perdido en Bolsa un 9,6% en lo que va de año. No obstante, desde Fortis son optimistas sobre el grupo, pese a los resultados de los primeros meses del año, en los que obtuvo un beneficio de 6,46 millones de euros, un 39% menos que en el mismo periodo de 2006. Consideran que compensarán esa trayectoria en el último trimestre, ya que en Navidad aumenta la venta de jamón ibérico. El pasado martes, el valor cayó en Bolsa un 5,66% tras la dimisión por motivos personales del director general José Luis Macho Conde.

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