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Francia/ Empleo

Decenas de miles de jóvenes vuelven a exigir la retirada de la reforma laboral en Francia

La cuarta jornada de manifestaciones contra el contrato de primer empleo (CPE) en Francia han reunido hoy a tres millones de personas, una "cifra histórica", según ha dicho a la agencia AFP el secretario del principal sindicato del país la CGT, Bernard Thibault. Las autoridades aún no han aportado datos sobre las movilizaciones. "Somos más de tres millones hoy en las calles, esto es histórico y es impensable que el primer ministro [Dominique de Villepin] se mantenga en su posición", ha subrayado el líder de la CGT. En cuanto al seguimiento de la huelga general, el país no se ha paralizado, pero los paros son patentes en la enseñanza y en los servicios públicos. Sin embargo, el primer ministro ha reafirmado que no retirará la reforma.

En total, son 135 las marchas convocadas en todo el país y todas están teniendo un fuerte seguimiento. La más importante, de nuevo, está siendo la de París, que ha arrancado a las 14.30 con la ciudad en estado de alerta. El Ministerio del Interior ha movilizado unos 4.000 agentes para velar por la seguridad y evitar que se repitan los graves altercados del jueves, con cientos de detenidos y decenas de heridos, además de graves destrozos. El ministro, Nicolas Sarkozy, ha pedido a las fuerzas del orden que detengan al máximo número posible de casseurs (reventadores) y que protejan a los manifestantes, en particular, a los más jóvenes. También les instó a mantener la "sangre fría".

Son decenas de miles de personas las que han salido a las calles de la capital. Nada más comenzar la marcha, un centenar de violentos han intentado entrar en un supermercado y han roto las ventanas de una cafetería. La manifestación parisiense, que se ha iniciado en la plaza de Italia, está encabezada por los líderes sindicales y estudiantiles del país opuestos al CPE, que permite el despido sin justificación de los menores de 26 años en los primeros 24 meses. Con el lema Retirada del CPE, están recorriendo las principales calles de la ciudad, en una jornada en la que está convocada una huelga que está perturbando de forma importante el tráfico en aviones, trenes, autobuses urbanos y metros y la enseñanza (de un 27,28 a un 42,72% de huelguistas, según el Ministerio y los sindicatos), entre otros sectores. Un tercio de los vuelos han sido cancelados y los trenes funcionan a medio gas. Funcionarios y comerciantes también secundan la huelga.

El "doble" que el jueves

La afluencia a las marchas es mayor que la anterior jornada de marchas, la del 18 de marzo, cuando los convocantes reunieron a entre medio millón (según la policía) y millón y medio de personas (según los convocantes). Los organizadores aseguran que hoy son "el doble" de asistentes que el día 18. Por ejemplo, en Marsella (sureste), segunda ciudad del país, los sindicatos calculan en más de 200.000 los congregados en la calle, una cifra que la policía reduce a unas 20.000. También según la CGT, hubo 63.000 manifestantes en Grenoble, 50.000 en Saint-Etienne, 40.000 en Lyon (todas ellas en el sureste), 33.000 en Limoges (centro), 40.000 en Pau (suroeste), 25.000 en Lorient (oeste) y 12.000 en Bayona (País Vasco francés).

Según el Gobierno, el nuevo modelo de contrato contribuirá a reducir la tasa de paro juvenil, que ahora está en el 23%. Sin embargo, los sindicatos obreros y de estudiantes, juntos en las protestas hasta ahora, entienden que tal flexibilidad para el despido es intolerable. Según las encuestas, dos tercios de los franceses se oponen al CPE. El conservador Villepin, aspirante al puesto de presidente para las elecciones del año que viene, ha renovado a primera hora de la tarde su "mano tendida" a los sindicatos para retomar mañana el diálogo, pero se ha mantenido firme en mantener su reforma laboral. En una intervención ante la Asamblea Nacional (cámara de diputados), entre constantes abucheos de la oposición, Villepin ha criticado a los sindicatos por haber rechazado la invitación que les cursó ayer por escrito para que fueran mañana a Matignon (sede del Gobierno). Los estudiantes aún no le han contestado.

Por si fuera poco para Villepin, que se juega su futuro político con el CPE, su gran rival dentro de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, el partido del Gobierno), el ministro del Interior, Nocivas Sarkozy, ha abogado hoy por una suspensión en la aplicación del CPE. Ambos han coincidido esta mañana en una reunión de diputados del partido y mientras Villepin ha reiterado que no piensa retirar el contrato, aunque está abierto a "modificaciones", Sarkozy ha propuesto una "suspensión en la aplicación" del contrato hasta que se alcance un compromiso con obreros y estudiantes. Unidas sin fisuras, las 12 organizaciones sindicales y estudiantiles que se expresan desde hace dos meses al unísono en el frente contra el CPE están marcando hoy un tanto decisivo en su pulso con el Gobierno conservador de Villepin.

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